Testimonios anónimos
Me siento más serena, tranquila y centrada, ya no vivo corriendo.
Noto un gran cambio y transformación, como habiendo salido del pozo en el que me
encontraba. “Ave fénix”
Soy más consciente de todo, vivo con mayor aceptación y tengo una nueva visión de la vida.
Han cambiado mis objetivos y la forma de afrontar las situaciones.
Ya duermo y descanso mejor por la noche, mi espalda me duele menos.
Me siento más agradecida y con mayor capacidad de perdón hacia los demás y hacia mí.
He recuperado mi autoestima, confianza y paz conmigo misma.
Ha mejorado mi atención, concentración y claridad mental.
Me ha aportado ganas de conseguir mis metas y objetivos.
Me ha traído la alegría que no tenía.